Hoy se celebra el día de dar gracias en Estados
Unidos. En lo particular, es una
festividad muy bonita que une a todas las familias, aun en los momentos más
adversos. ¿Qué si hay momentos difíciles
estos días? Bueno, acaban de pasar las elecciones, el país está totalmente
dividido, y ni que decir la comunidad hispana que está a la expectativa de los
planes del nuevo presidente electo, y con el miedo y la incertidumbre por si
acaso cumple sus promesas. Esperemos que
no sea así y que los #dreamers y miles de familias hispanas no se vean
afectadas. Sobre todo, ojala que no se
construya un muro.
En este momento, no hay otro día más significativo, pues
nos recuerda el estar agradecidos por aquello que nos une como comunidad
hispana: la procedencia de otro país, las tradiciones, el idioma, las
costumbres, la diversidad, la comida, los valores, la unión familiar y la
calidez humana. También nos unen metas y
características; el querer salir adelante, el ser luchones, el buscar superarnos,
el ayudar a nuestras familias, el mejorar nuestra condición de vida, y la búsqueda
de la libertad. Debemos estar agradecidos por ser pioneros, por ser arriesgados
y por ser visionarios en el intento de ser mejores y de buscar las
oportunidades que se nos han negado en nuestros países. Hay que estar orgullosos y agradecidos por
esta diversidad cultural que aportamos a este país; pero a la vez, agradecer las
oportunidades que este país nos ofrece y eso comienza por el proceso de aceptación
y adaptación a su cultura y su idioma. No
de manera forzada, sino de manera voluntaria; por nuestras ganas de avanzar,
por nuestras familias y para aprovechar las oportunidades que venimos a buscar
y los sueños que venimos a alcanzar.
Sería bueno conocer a este país y su cultura con ojos
de exploradores, porque no se ama lo que no se conoce y el elegir conocer abre
las puertas de nuestra mente y las ventanas de la imaginación a nuevos
horizontes. No me refiero a aceptar las injusticias, me refiero a aceptar las
cosas positivas de este país, que son muchas. Es más fácil entender otros
puntos de vista y respetar costumbres y tradiciones diferentes a las de
nosotros cuando elegimos conocer, el conocer es amar. En este proceso de aceptación y asimilación,
no se trata de imponer nuestra cultura, más bien, se trata de inspirarla a los demás,
para que también seamos aceptados. El
objetivo es que estemos “in” y no “out” y que seamos familia y no alienígenas.
Desde la base de control, al ver imágenes en vivo de
nuestro planeta, en ocasiones me pregunto (es una hipótesis): ¿Qué pasaría si
un día, un grupo de “aliens” llegara a la tierra a imponer sus costumbres, sus
idiomas, y sus ideologías? Creo que no estaríamos
muy contentos. A la vez me pregunto en
la estrategia que los humanos aplicarían para habitar otro planeta, ya habitado
por otra civilización. Imagino que
primero, haríamos investigación sobre esa civilización, sobre sus costumbres,
su cultura, sus creencias, sus ideologías, infraestructura, etc. Todo esto, con el fin de respetarlos y para
ayudar a los seres humanos en el proceso de asimilación a su cultura. Obviamente, nuestra cultura influiría también
con el paso del tiempo y para ellos sería un proceso de adaptación también. Estoy idealizando aquí, pero mi punto es, que
debemos aplicar el dicho que decía mi bisabuelo, “a donde fueres, haced lo que
vieres” y no ofendernos cuando alguien en este país pregunta “por qué no
sabemos inglés” y no rechazar ni antagonizar sus celebraciones y tradiciones
sin conocerlas.
No hay mejor ejemplo de asimilación y adaptación que
la Estación Espacial Internacional, una casa y laboratorio científico que da
vueltas alrededor de la tierra, en la que los astronautas de diferentes
nacionalidades tienen un espíritu de colaboración para el avance científico y tecnológico;
proceso en el cual surge un intercambio cultural digno de modelar. Los astronautas tienen que aprender ruso y
los cosmonautas el inglés, además de que ambas partes, reciben clases de
cultura y al final de la expedición, son los mejores amigos a pesar de las
diferencias en ideologías. Por cierto,
lo mismo aplica con nosotros los operadores de vuelo en ciertas circunstancias
cuando tenemos que visitar otros centros de operaciones espaciales o cuando hay
que entrenar a la tripulación.
En ocasiones cuando veo desde el centro de control las
entrevistas que los medios realizan a los astronautas a bordo de la Estación
Espacial, lo que más he escuchado son frases que tienen que ver con la paz, la aceptación
y la tolerancia. Todos pertenecemos a
este planeta, pues desde arriba no se ven fronteras ni muros, lo único que se
ve es una esfera que flota en el espacio y que alberga vida preciosa como la
nuestra. Esas mismas imágenes las veo desde
la base de control, aunque me han dicho que no se compara con verlas en vivo
desde el espacio.
Aquí les dejo con estas fotos, que representan de
alguna manera, la cultura de la base de control en Houston en Thanks Giving. Una de las tradiciones es cambiar el icono de
la Estación Espacial en el mapa mundo, por el de un guajolote (pavo) para
celebrar el Día de Acción de Gracias. En
el turno de la mañana, los astronautas nos mandan saludos desde el espacio para
agradecer que estamos apoyándolos desde abajo.
Los jefes, visitan la base de control con comida tradicional de esta celebración
y se cercioran de dejar comida para los que apoyan los siguientes 2
turnos. Por lo general es un día
tranquilo, los astronautas piden que enlacemos los juegos de futbol americano
que toman lugar aquí en la tierra y las conferencias por teléfono para hablar
con sus familias. Los operadores de
vuelo, traemos platillos para compartir.
Los que hemos tenido la fortuna de trabajar estos
turnos en la base de control en estos días festivos y tan especiales para las
familias en todo el país, sentimos ese gran espíritu de colaboración para un
bien común. Sacrificamos 8 horas de
nuestro tiempo y de compañía con nuestras familias, por estar acá, haciendo
nuestro trabajo y contribuyendo a la seguridad de la tripulación, del vehículo
y del éxito de la misión. Nosotros los
operadores de vuelo, al menos regresamos a casa al final de nuestro turno para
reunimos con nuestra familia o amigos, pero ellos no; se quedan ahí orbitando
la tierra extrañando su casa la tierra y a su familia.
Hoy agradezco ser parte de esta aventura como
contribuyente a la exploración del espacio desde la tierra, el ser habitante de
un satélite flotante que alberga vida en la inmensidad del universo y el tener una
gran familia humana.